CASTRO URDIALES, 13 (EUROPA PRESS)
Una exposición realizada por un menor de 13 años en Castro Urdiales (Cantabria) recrea el 35 aniversario de los juguetes Playmobil. Para llevar a cabo esta retrospectiva ha empleado más de un centenar de muñecos, además de las correspondientes réplicas de trenes, ambulancias, iglesias, helicópteros o animales. Incluso hay un belén. En total, se ha tardado 20 días en montar la exposición, a una media de dos horas de trabajo por día.
Una exposición realizada por un menor de 13 años en Castro Urdiales (Cantabria) recrea el 35 aniversario de los juguetes Playmobil. Para llevar a cabo esta retrospectiva ha empleado más de un centenar de muñecos, además de las correspondientes réplicas de trenes, ambulancias, iglesias, helicópteros o animales. Incluso hay un belén. En total, se ha tardado 20 días en montar la exposición, a una media de dos horas de trabajo por día.
Los Playmobil fueron creados en 1974 por el alemán Hans Beck y es tal el reconocimiento que tienen que, por ejemplo, el Museo de Artes Decorativas de París celebra hasta el 9 de junio de 2010 una retrospectiva de estos muñecos articulados, del que sus seguidores destacan su sonrisa perenne.
En declaraciones a Europa Press, el menor artífice de la exposición, Julen Guerrero, explicó que la muestra se ha realizado pensando en una ciudad. Entre otras cosas, detalló la existencia "de un aeropuerto, donde está la gente esperando para irse a lugares cálidos, las obras, la peluquería, el hospital, bomberos, el circo con los payasos, animales, supermercado, correos y una isla en la que ha habido un crimen, la clínica veterinaria".
En declaraciones a Europa Press, el menor artífice de la exposición, Julen Guerrero, explicó que la muestra se ha realizado pensando en una ciudad. Entre otras cosas, detalló la existencia "de un aeropuerto, donde está la gente esperando para irse a lugares cálidos, las obras, la peluquería, el hospital, bomberos, el circo con los payasos, animales, supermercado, correos y una isla en la que ha habido un crimen, la clínica veterinaria".
Julen aseguró que la afición por los Playmobil le viene "desde pequeño". "Mi primer regalo fue el parque, que me lo regaló mi tío; después vino la granja y el barco pirata, como a todos los niños. Y me fue gustando, y después mi madre, que trabaja en un restaurante y se dedica a desmigar los centollos, era donde yo exponía para divertirme, porque mientras que ella trabaja yo algo tenía que hacer. Y empecé comprando, empecé montando, y allí (en el restaurante) fue donde hice mi primera exposición", recordó.
El menor, quien se confesó "perfeccionista", rechaza imitaciones de Playmobil, del que destaca la calidad de los detalles, "que son muy realistas". "El ordenador, su teclado, es igual al verdadero. Hay muchas cosas iguales, el tren rojo es igual al que hay en Alemania... y así muchas cosas", declaró.
El menor, quien se confesó "perfeccionista", rechaza imitaciones de Playmobil, del que destaca la calidad de los detalles, "que son muy realistas". "El ordenador, su teclado, es igual al verdadero. Hay muchas cosas iguales, el tren rojo es igual al que hay en Alemania... y así muchas cosas", declaró.
Julen distingue perfectamente los Playmobil y rechaza imitaciones. "No tengo nada que no sea de Playmobil. Como tengo tantos los sé diferenciar, además pone la marca en el pie", aclaró. Incluso se atreve a retocarlos, como ha hecho con un muñeco, que lo ha pintado para que sea una réplica suya, y otra figura de su perro Leo.
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