martes, 19 de marzo de 2013

Barco del Mississipi, tripulación, tahúres, mujeres de moral distraída, pistoleros...

El barco de vapor de ruedas, un adelanto revolucionario en la navegación.

El primero que se conoce que intentó mover unas ruedas de palas por una máquina de vapor fue el marino e inventor español Blasco de Garay, que en 1543 hizo una tentativa sobre la galera "Trinidad" de 200 Tm. de desplazamiento, pero no encontró apoyo financiero y se abandonó el proyecto.

En 1707 Denis Papin diseñó un barco movido por la fuerza del vapor con la intención de realizar la travesía desde Kassel hasta Londres.

En 1783 Claude François Jouffroy d'Abbans bota el "Pyroscaphe", un barco vapor de 45 metros de longitud, con ruedas, con el que logra remontar la corriente del río Saona, desde Lyon a Santa Bárbara.

A finales de 1803 Robert Fulton botó en el Sena un barco con paletas movidas por máquina de vapor. Y como casi nadie es profeta en su tierra, tuvo que coger sus diseños y emigrar a USA. En 1807 echó al agua el "Clermont", con el que recorrió los 240 km. que separan NY de Albany a través del río Hudson. Este barco llevaba dos ruedas a ambos lados del casco y con él se estableció el primer servicio regular.

Así empezó una nueva era en la navegación, con los vapores oceánicos de dos ruedas (una a cada banda) y a veces con mástiles para ser ayudados por velas (ahora se vuelve a esa misma ayuda eólica en alguno de los modernos buques) y otros que utilizaban solo una rueda trasera para usos en los principales ríos. Característica de estos últimos es su poco calado para evitar embarrancar y su gran manga para no perder espacio.

Por muchos ríos de USA, Europa y África navegaron estos barcos, pero sin ninguna duda, los más famosos fueron los que surcaron las aguas del Río Mississipi.

Se dice que Playmobil preparó en su día un prototipo para fabricar una réplica de este hermoso barco, sin duda que sería muy bien recibido por los coleccionistas, pero fue desechado al menos momentáneamente... ¡qué lástima no contar con un barco de estas características!

Pero un día llegó a mi poder en algún lote donado por algún amigo de un destartalado barco de vapor de Pin y Pon (como veis, todo puede valer). Le vi muchas posibilidades, ya que la escala estaba bastante adecuada a los clicks, pero le faltaban muchas piezas y solo utilicé el casco, que se transformó en La Gabarra del Athletic.

Según tuve ocasión compré uno por si lo necesitaba para confeccionar un futuro diorama... y quedó por
ahí olvidado...

El otro día me acordé de él y me puse manos a la obra ¡ya tengo mi barco de vapor, mi piróscafo, mi clásico del Mississipi! Aún está a falta de algún toque de pintura y nuevas pegatinas, pero ya tiene tripulación y los tahúres, vaqueros, señoritas de moral distraída, colonos, bandidos y demás personajes sacan sus pasajes para un paseo por el gran río americano...

Y como decían el capitán del barco en la película Horizontes lejanos protagonizada por James Stewart: “Nunca debí abandonar el Mississippi”


El capitán y la tripulación

Damas y señoritas 

Bandidos, tahúres, bandidos...


2 comentarios:

iKu dijo...

ala luís!! es chulismo!!!

iKu dijo...

ala Luis!! es chulisimo!!


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